¿Cómo nació el helado?


El origen del helado se remonta a la antigüedad, mucho antes de que existieran los refrigeradores. Se dice que en la antigua China, hace más de 4,000 años, ya se preparaban postres fríos a base de nieve mezclada con frutas, miel y vino. Esta idea luego fue llevada a Persia y más tarde a Grecia y Roma, donde era común enfriar vinos y jugos con nieve traída de las montañas.


Sin embargo, el helado como lo conocemos hoy empezó a tomar forma en Italia durante el Renacimiento. En el siglo XVI, los cocineros italianos perfeccionaron recetas usando leche, crema, azúcar y hielo, creando las primeras versiones de lo que hoy llamamos sorbete y gelato.




Uno de los grandes responsables de popularizar el helado en Europa fue Catherine de Médici, quien llevó las recetas italianas a la corte francesa cuando se casó con Enrique II de Francia. Gracias a eso, el helado se hizo famoso entre la realeza y poco a poco se extendió por todo el continente.

Finalmente, cuando la tecnología de refrigeración mejoró, el helado llegó a América y se volvió un postre accesible para todos, no solo para los ricos. En el siglo XX nacieron los conos, las tarrinas y las heladerías como las conocemos ahora.